De acuerdo con el informe de Tendencias de los consumidores de vino en la era COVID-19, publicado por Wine Intelligence**, que ya comentamos en una publicación anterior, esta pandemia ha hecho que los hábitos se modifiquen sustancialmente en los consumidores. Destacamos las siguientes ideas de este informe.

Por un lado el hecho de que las ventas online de vino se han disparado. Se ha de tener en cuenta el extraordinario crecimiento del canal de ventas online en los últimos meses ha sido bien documentado por Wine Intelligence y otros, y las pruebas de este informe sugieren que el impulso de principios de año se está manteniendo -posiblemente potenciando- a medida que los consumidores se sienten más cómodos con la idea de pedir vino online, y no tienen ningún problema en aceptar las entregas ya que lo más probable es que estén en casa durante el día.

Para darse esta circunstancia se han sumado dos factores: primero, un mayor consumo de vino en el hogar y segundo, menores visitas a bares y restaurantes.

La conmoción inicial de los confinamientos y los cierres de establecimientos que llevó a un consumo de vino en el hogar ha dado paso a un hábito más profundo de reducir las visitas a los bares y restaurantes, siendo la ocasión de la «comida informal» la que sufre la mayor pérdida.

En su lugar, los consumidores de vino están planeando hacer más actividades sociales a menor escala en casa y al aire libre con amigos y familiares, siendo el aumento de las actividades sociales al aire libre un legado duradero de la pandemia.

El vino, y el alcohol en general, parece beneficiarse de un cambio de comportamiento forzoso y de una cierta mejora a corto plazo en los presupuestos familiares, sin la carga del coste de las vacaciones de verano, los desplazamientos y las salidas.

**Información extraída de la revista técnica TECNOVINO.